De camino al matadero
Quizás muchos desconocen por cuales circunstancias pasó el filete que se están comiendo tan felizmente, olvidando que era un ser viviente, que sentía y que quería simplemente poder respirar sin pensar aún en la muerte. Es así como, mientras muchas familias están sentadas en sus mesas, miles de animales pasan por condiciones deplorables; la preocupación personal y por lo que nos rodea, posiblemente no es algo en lo que se piense mucho a la hora de consumir una salchicha o una hamburguesa.
Sentir la muerte tan cerca, no entender por qué se nace para simplemente esperar el día de sentir un cuchillo en la garganta, ser parte de la pirámide alimenticia de un ser que se considera superior, es cuando el especismo y la falta de reflexión lleva a la sociedad al ensimismamiento, a considerar el consumo de carne como algo normal sin apreciar el grado de tortura que estos animales llegan a experimentar. El sufrimiento es inminente y lamentable para cada ser que pasa por esta situación.
El impacto global que ha generado el consumo de carne es cada vez más evidente; no se difunde sobre las consecuencias que la producción industrial de carne en general causa constantemente como la pobreza, el hambre, el desplazamiento, la migración, el maltrato animal y el cambio climático. Estos temas son apartados de la opinión pública, permitiendo que el consumo de carne acreciente cada día más.
Ansiedad, miedo e incertidumbre es lo que un animal de camino al matadero puede llegar a sentir. Si un ser humano se pusiera en los zapatos de uno de estos animales, podría entender más de cerca el temor absoluto que puede llegar a poseer el animal; nace en el criadero hasta que lo conducen al matadero… nadie quiere vivir ese infierno. Pasar el resto de su vida encerrado, ser separado de sus crías, de sus madres, llegando al día de su muerte sin haber experimentado la libertad.
La vida de un animal debe ser apreciada, respetada y, sin importar, defendida. El derecho a la vida debe ser prioridad para todos los seres. Hay que reflexionar. El cambio empieza en sí mismo, dando pasos pequeños o gigantes pero siempre intentando llegar a la transformación personal, empezando con nuevos y mejores hábitos e ideas que logren transformar el mundo, amando todo aquello que nos rodea; los animales no merecen más crueldad ni tortura… ¡Abramos las jaulas y los corazones!