Pongámonos en sus zapatos
Los índices de maltrato animal cada vez son más elevados y desconocemos estos casos, pero cuando escuchamos sobre alguno, no sabemos cómo contribuir para acabar con ellos y lo más común, hacemos como si no nos importara. ¿Por qué? ¿Porque son simplemente animales? ¿Porque si les pegamos una patada o les cortamos una mano, no sienten como sentiría cualquier ser vivo? Y justamente los invito a pensar por un momento ¿Por qué cuando se trata de un animal, no nos conmovemos tanto?
Desde siempre se ha pensado así, tal vez es un poco difícil entender que el perro o el gato también hacen parte de la familia y como miembros de la familia, merecen nuestro cuidado y amor; incluso más allá de eso y simplemente por ser seres vivos merecen respeto.
A mi parecer no es justo que por ser animales, acabemos con ellos y no miremos sus ojos, que reflejan tristeza y dolor, una tristeza y un dolor silencioso.
Es claro que los animales no son como somos los seres humanos, podemos quejarnos, decir exactamente en qué parte nos duele y describir el dolor, ellos no, a ellos solo les salen lágrimas.
Pero bueno no hablemos de perros y gatos, hablemos por ejemplo de la experimentación animal o del trato cruel a los animales de granja o animales de consumo, el maltrato que reciben previo al final de su vida para el consumo posterior de los seres humanos.
Los invito ahora a tomar conciencia, tener claro que ellos necesitan nuestra ayuda, porque efectivamente si no somos los seres humanos quienes defendamos a los animales, entonces ¿Quién lo hará?
Ahora bien, este es el primer paso: Tomar conciencia; pero viene un segundo paso ¿Qué hacer para acabar con el maltrato animal? ¿Cómo hacer de nuestro mundo, un mundo libre de maltrato animal?